La obtención de una incapacidad absoluta por ansiedad es posible. Ahora bien, no toda ansiedad es tributaria del reconocimiento de ese grado de incapacidad permanente. Si el tema te interesa, ¡Sígueme!
¿Qué te explicamos en este artículo?
La ansiedad
Antes de abordar la posibilidad de acceder a la incapacidad permanente absoluta por ansiedad, debemos acotar y delimitar el concepto propio de «ansiedad» como patología.
En ese contexto, lo primer que hemos de tener en cuenta es que existen personas más propensas a sufrir ansiedad que otras, así como hay personas más sensibles que otras a los efectos de la ansiedad [1].
En ese contexto, se ha demostrado que hay personas que se sienten una mayor hipervigilancia en lo relativo a posibles amenazas externas así como mayor excitación psicológica a estímulos externos. De ahí la propensión de la que hablamos.
Si recurrimos a la Asociación Americana de Psicología, descubrimos que la ansiedad es una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, preocupación y cambios físicos que comporta un incremento en la presión sanguínea.
Por último indica que existen varios trastornos por ansiedad. Habrá quien sienta ansiedad en espacios abiertos y quien, por ejemplo, la experimente a la hora de establecer relaciones sociales. En ese sentido y como informan de la Clínica Mayo, podremos diferenciar entre trastornos de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social (fobia social) o fobias específicas entre otras.
¿Qué síntomas tiene la persona ansiosa?
Debemos diferenciar entre síntomas y signos. Por ejemplo, como síntomas visibles podemos citar entre otros una gran aflicción o preocupación. La dificultad para pensar con paciencia resulta difícil atendido el estado más o menos elevado de nerviosismo que padece la persona que sufre ansiedad. La falta o exceso de apetito o los bruscos virados de humor son también característicos, así como sentir miedo o terror ante situaciones aparentemente inofensivas.
Como signos podemos señalar una presión arterial alta. Una sudoración excesiva ante situaciones cotidianas y aparentemente poco peligrosas también nos apuntan a la posibilidad de un cuadro ansioso.
El diagnóstico de la ansiedad
Podemos afirmar que sí, es posible diagnosticar la ansiedad como trastorno psíquico. Ahora bien, la incapacidad permanente absoluta no se concede por cualquier tipo de ansiedad.
Sólo aquellos casos que son derivados por nuestro médico de cabecera a un psicólogo o mejor un psiquiatra, derivaran en el reconocimiento de un trastorno por ansiedad. En función de la gravedad de ese trastorno y lo incapacitante que sea, podremos optar o no a la incapacidad permanente absoluta por ansiedad.
Debes saber que para su diagnóstico, los profesionales de la salud mental utilizan el manual DSM-5. Se trata de una guía de consulta de criterios diagnósticos elaborado por la Asociación Americana de Psiquiatría (conocida por sus siglas como APA).
El tratamiento de la ansiedad
Una de las herramientas más útiles para hacer frente a la ansiedad es la psicoterapia. Mediante esta técnica se pretende reducir la ansiedad del paciente. Esa reducción de la ansiedad, que no siempre se produce, pasa por el hecho de que el paciente tome consciencia de que sus ideaciones no son ciertas y no debe afrontar las situaciones diarias con menos estrés, miedo y terror.
La terapia más «de moda» y que ha demostrado grandes resultados es la terapia cognitiva conductual. Se trata de una terapia definida como la aplicación clínica de la ciencia de psicología fundamentada en principios válidos empíricamente. Esa terapia, conocida por sus siglas como TCC, trabaja las respuestas físicas, emocionales, cognitivas y conductuales del paciente.
Si el trastorno no está tan avanzado como ser tributario de una incapacidad permanente absoluta por ansiedad, puede dar buenos resultados. De ahí la importancia de acudir al psicólogo cuanto antes.
Si la terapia no surte efecto o la ansiedad es muy elevada, cabe la posibilidad de que el especialista médico en psiquiatría nos recete ansiolíticos, antidepresivos o betabloqueadores adrenérgicos. Es la forma química de combatir la ansiedad extrema. Si esa combinación de terapia y medicación no alivia los síntomas y el trastorno se agudiza, cabe empezar a pensar en la incapacidad permanente absoluta por ansiedad.
La incapacidad permanente absoluta por ansiedad
La guía para solicitar una incapacidad permanente en cualquiera de sus grados (total para la profesión habitual, absoluta para todo trabajo o gran invalidez) dependerá de la incapacidad para ejercer el trabajo habitual o cualquier oficio.
La situación de incapacidad permanente absoluta nos la regula el artículo 194.5 de la Ley General de la Seguridad Social. Ese precepto nos señala que debemos entender por incapacidad permanente absoluta aquella incapacidad que inhabilita por completo para trabajar en toda profesión u oficio.
A modo de ejemplo, una persona que siente los síntomas descritos en el segundo punto de este artículo, de forma fuerte y recurrente, no puede seguir trabajando como controlador aéreo. Si la ansiedad es tan aguda que le impide hasta salir de casa o relacionarse con otros compañeros, bien podría ser tributaria de una incapacidad permanente absoluta.
La objetivación del trastorno
A la hora de defender una eventual incapacidad permanente absoluta por ansiedad ante el Instituto Nacional de Seguridad Social, necesitamos objetivar el cuadro clínico mediante un informe elaborado por un médico especialista en salud mental. Sin ese informe acreditativo del trastorno y su alcance es imposible acceder a ningún tipo de incapacidad permanente.
Esperamos haber resuelto tus dudas. Si te encuentras en la situación que hemos descrito en este artículo y necesitas ayuda, puedes contactar con nosotros. Estaremos encantados de defender tus derechos con el máximo tesón, esfuerzo y eficacia.
[1].- An etiological understanding of Bipolar Disorder-Anxiety Disorder Comorbidity: the role of anxiety sensitivity and trait anxiety. Jared.K O’ Garro-Moore, M.A. Temple University. August 2018. Recurso accesible a través de la Universitat Oberta de Catalunya.