En otra ocasión te hablamos del accidente laboral y el alta en la seguridad social. En esta ocasión te exponemos todo sobre el accidente de trabajo, para que no tengas ninguna duda al respecto. Si el tema te interesa, ¡Síguemel!
¿Qué te explicamos en este artículo?
- 1 ¿Qué se considera accidente de trabajo?
- 2 ¿Las lesiones psíquicas o mentales pueden constituir accidente de trabajo?
- 3 Accidente de trabajo en el tiempo
- 4 ¿Qué hay que acreditar en un accidente de trabajo?
- 5 El suicidio como accidente de trabajo
- 6 La relación de causalidad en el accidente de trabajo
- 7 Accidente de trabajo «in itinere«
- 8 Recargo de prestaciones por omisión de medidas de seguridad
- 9 ¿Qué no se considera accidente de trabajo según la ley?
- 10 ¿Cuánto se cobra en un accidente de trabajo?
- 11 ¿Qué tengo que hacer si tengo un accidente de trabajo?
¿Qué se considera accidente de trabajo?
Accidente de trabajo es todo hecho que derive o venga motivado por el trabajo y que cause en el trabajador una lesión que le afecte de forma física o psicológica, pudiendo causarle la invalidez o bien hasta la muerte. Desde un punto de vista legal, definiremos el accidente de trabajo como cualquier lesión que sufre el trabajador «con ocasión o a consecuencia» del trabajo realizado por cuenta ajena.
Presunción del accidente de trabajo
La ley nos dice que se presume como accidente de trabajo, todo el que se produce durante el tiempo y en el lugar de trabajo. En ese caso, compete al empresario acreditar que un determinado accidente no puede ser considerado como accidente de trabajo.
¿Las lesiones psíquicas o mentales pueden constituir accidente de trabajo?
En efecto, sí. Para ello, no obstante, deberemos acreditar que la lesión sufrida deriva del trabajo o de las condiciones en las que desarrollamos el trabajo. Por ejemplo, pueden ser accidentes de trabajo una depresión derivada de acoso laboral en el trabajo, un trastorno adaptativo con alteración de la conducta por causa del trabajo, una crisis de ansiedad desencadenada por problemas laborales, etcétera. Aquí, el problema con el que se encontrará el trabajador es con poder acreditar el nexo entre trabajo y lesión.
Accidente de trabajo en el tiempo
Acostumbramos a asimilar accidente de trabajo con un hecho puntual, súbito y repentino. Es el caso del torero que trasladando una carga dentro de la fábrica, muere por aplastamiento tras venírsele encima la carga. Ahora bien, es posible que un accidente de trabajo se produzca en el tiempo, que es lo que suele ocurrir en las llamadas enfermedades laborales.
Como ejemplos, tenemos el trabajador que desarrolla un carcinoma de vejiga relacionado con aminas aromáticas a las que estuvo expuesto durante años en su trabajo. Otro ejemplo de lesión de evolución progresiva como accidente de trabajo, puede ser un cáncer de pulmón por exposición a sílice cristalina, clasificada como producto cancerígeno, en el trabajo.
¿Qué hay que acreditar en un accidente de trabajo?
Tres son los elementos que han de concurrir y que el trabajador ha de acreditar para entender que un hecho es un accidente de trabajo. En primer lugar, la lesión o daño corporal o psíquico ha de quedar constatado. En segundo lugar, el trabajador deberá demostrar la relación de causalidad entre trabajo y lesión. Por último, el trabajador deberá acreditar la condición de trabajador por cuenta ajena o situación asimilada.
El estrés laboral también puede ser catalogado de accidente de trabajo en determinados casos. Por ejemplo, un trastorno de ansiedad secundario a situación conflictiva laboral o el estrés surgido por falta de adaptación a las modificaciones operadas en el puesto de trabajo, llamado tecnoestrés.
El suicidio como accidente de trabajo
Pese a no los jueces no acostumbran a estimar el suicidio como accidente de trabajo, en determinadas ocasiones sí puede darse esa calificación. Así sucede, por ejemplo, en casos en los que el suicidio es consecuencia de depresión producida por la crisis del sector en el que el trabajador presta sus servicios, que le causan insomnio, nerviosismo y bajo ánimo. El suicidio derivado de la situación de frustración y agobio derivado del cambio de puesto de trabajo, en determinadas ocasiones, también podría ser considerado como accidente de trabajo. En cualquier caso, hay que estudiar cada situación de forma pormenorizada para ver qué posibilidades existen de declarar el suicidio como de accidente laboral.
La relación de causalidad en el accidente de trabajo
Como te hemos indicado, el trabajador ha de demostrar que la lesión, sea física o psíquica, deriva del trabajo. Es decir, ha de demostrar el nexo de causalidad entre hecho o hechos en el trabajo y lesión sufrida. Desde esa perspectiva, es posible que la relación de causalidad se rompa, de forma que un hecho que causa una lesión no se considere como accidente de trabajo.
Cuando el trabajador comete una imprudencia profesional no se rompe el nexo de causalidad y el accidente será laboral. Esto es lo que sucede cuando un trabajador cae de un andamio y se fractura varios huesos, por no llevar puesto el arnés de seguridad. La imprudencia temeraria se asocia con la creencia, por parte del trabajador, de que siendo consciente de un riesgo para su integridad, considera que es capaz de superarlo en base a su capacidad profesional.
Si el trabajador comete una imprudencia temeraria se romperá la relación de causalidad y el accidente ya no será considerado como laboral. Esto es lo que sucede cuando el trabajador que cae del andamio iba ebrio, con un alto nivel de alcohol en sangre. En este caso, el accidente existe pero no reviste la consideración de accidente laboral.
Accidente de trabajo «in itinere«
Entendemos por accidente de trabajo in itinere (en trayecto), el accidente que sufre el trabajador en el desplazamiento desde el domicilio hasta el trabajo o viceversa, «siempre» que concurran determinados requisitos.
En relación con el domicilio habitual del trabajador, la LGSS considera que se trata del domicilio en el que reside habitualmente el trabajador. Si el accidente se produce desde el viaje de casa de un amigo hasta el trabajo, ha habido juzgados que han estimado que el accidente no es de carácter laboral.
La excepción de la segunda residencia
Pese a que la segunda residencia no es domicilio habitual a efectos, legales, los tribunales sí han considerado como accidente de trabajo in itinere, aquel producido desde la salida del trabajador de la segunda residencia hasta el centro de trabajo.
Accidente en casa antes de salir a trabajar
En estos casos, como quedar cortarse los tendones de una mano con un vaso en el desayuno, antes de salir a trabajar, el suceso no será constitutivo de accidente de trabajo. Tampoco es accidente de trabajo el producido por el trabajador que bajando las escaleras de casa para ir a buscar el coche, cae rodando y se rompe el fémur.
El inicio del trayecto como elemento determinante
Para que entendamos que se produce un accidente de trabajo, hemos de determinar que el accidente se produce una vez iniciado el trayecto de casa al trabajo o viceversa. Ese será el criterio determinante para considerar un accidente como in itinere. Es por eso que una caída en el portal de casa, cuando nos disponemos a salir de la misma para ir a buscar el tren, o en el garaje cuando vamos a subir al coche, sí pueden ser considerados como accidentes de trabajo.
La hora en la que se produce el accidente
Una de las cosas que se tienen en cuenta para ver si el accidente in itinere es laboral o no, es la hora en la que se produce. Para tal consideración se tendrá en cuenta el horario de trabajo del trabajador, el itinerario que hace para ir de casa al trabajo y viceversa y y la hora del accidente. A modo de ejemplo, la jurisprudencia entiende que no es accidente in itinere el sufrido por un trabajador que al salir del trabajo, se desvía de la ruta habitual hasta casa para ir a hacer unas cervezas con amigos y tiene el accidente al reemprender la marcha tras ese parón.
Accidente de tráfico in itinere
Como norma general, el accidente de tráfico que sufre el trabajador al ir desde casa al trabajo o desde el trabajo a casa, se considera como accidente in itinere, incluso si la culpa es del trabajador por cometer una imprudencia leve. Ahora bien, si el accidente se produce por imprudencia temeraria del conductor, como saltarse un semáforo en rojo y rebasando la velocidad límite permitida en la vía, es posible y muy probable que el accidente no sea considerado como de trabajo.
Recargo de prestaciones por omisión de medidas de seguridad
Si el accidente de trabajo se produce por falta de medidas de seguridad, acontece el recargo de prestaciones. El recargo implica que las prestaciones derivadas de accidente de trabajo se pueden incrementar entre un 30% y un 50%. La cuantificación dependerá de la gravedad del incumplimiento empresarial y la actuación del trabajador. El pago del recargo corresponde a la empresa, no al INSS ni tampoco a la mutua. Eso implica que si la empresa se declara como insolvente, el trabajador no podrá reclamar el importe del recargo ni al INSS ni a la mutua.
¿Qué no se considera accidente de trabajo según la ley?
Podemos afirmar que no constituye accidente de trabajo aquel en el que el trabajador/a actúa mediando imprudencia temeraria o con dolo. Es el caso, por ejemplo, el caso del trabajador que cae al vació al salir de casa el trabajador por el balcón al no poderlo hacer por la puerta. También lo es el caso del trabajador que se amputa un brazo tras retirar las pantallas de protección de la máquina con la que opera, sin detener la máquina para ello.
Tampoco se considera accidente de trabajo aquel causado por fuerza mayor o extraña al trabajo. Por fuerza mayor vamos a entender los sucesos imprevistos /o inevitables, que no quedan sujetos al control humano. Este es el caso del trabajador que sufre una parada cardio-respiratoria producida por un golpe de calor al trabajar a temperaturas próximas a los 40 grados.
Por último, tampoco es accidente de trabajo el causado por tercero ajeno al trabajo, movido por un móvil que nada tiene que ver con el trabajo. Es el caso del sicario contratado por el otro cónyuge al descubrir una infidelidad, que espera a la salida del trabajo del otro cónyuge para acabar con su vida con un arma de fuego (STS de 20 de junio de 2002).
¿Cuánto se cobra en un accidente de trabajo?
En casos de accidente laboral o enfermedad profesional, el importe de la prestación es del 75% de la base reguladora que aparece en tu nómina, desde el día siguiente al día en el que se produce el accidente que deriva en nuestra baja laboral y hasta la fecha de alta médica.
Incapacidad permanente parcial
Si el accidente laboral implica causar situación de incapacidad permanente parcial, tenemos derecho a una indemnización que equivale a 24 mensualidades de la base reguladora utilizada para el subsidio de incapacidad temporal.
Incapacidad permanente total
¿Qué pasa si tras el accidente, se nos declara en situación de incapacidad permanente total? La pensión que se nos asigne derivará de aplicar el 55% de nuestra base reguladora.
Gran invalidez
En este caso, su tras el accidente de trabajo se nos declara en situación de gran invalidez, tenemos derecho a un pensión que suponga el 150% de nuestra base reguladora.
Pensión de viudedad
¿Qué pasa si a consecuencia del accidente, el trabajador fallece? En este caso, la viuda o el viudo tienen derecho a una pensión vitalicia del 52% de la base reguladora del causante de la pensión (el fallecido). Además, el viudo o viuda tiene derecho a un auxilio por defunción de importe variable cada año, mediante disposición legal. Además, tendrá derecho a una indemnización especial a tanto alzado, que consiste en 6 mensualidades de la base reguladora determinada para la pensión de viudedad.
¿Qué tengo que hacer si tengo un accidente de trabajo?
En caso de sufrir un accidente de trabajo, debes poner en conocimiento de tu empresa el hecho y el resultado del mismo (tus lesiones y dolencias) Además, debes acudir al médico de la mutua o a tu médico de cabecera si la empresa no te facilita los datos de la mutua o no hace nada por llevarte al médico asignado por la mutua. En cualquier caso, procura que quede documentado que has tenido un accidente, como ha sucedido y qué te ha pasado.
A efectos de acreditar el nexo de causalidad, no dejes pasar el tiempo. Si has sufrido un pinzamiento en la espalda en el trabajo, deja de trabajar y visítate por el médico. Si en vez de hoy lo haces mañana, siempre te será más difícil acreditar que tu dolencia se conecta con el trabajo y no con cualquier otra actividad fuera del trabajo.